El fin de semana pasado (del 3 al 5 de febrero 2017) los Centros de la Diócesis de
Cartagena-Murcia, hemos vivido un Encuentro- curso de formación en el que han participado también tres compañeras de Calatayud: Presen, Sagrario y Montse. De Ciudad Real: Inés y Luis, y de Madrid: Maria José Miguel.
Hemos sido en total 37 en régimen de internado y 15 – 20 alumnas de los distintos Centros y amigas que han participado de los diferentes talleres que programamos en el grupo de las diocesanas, según los temas que votaron las Animadoras y Colaboradoras de los distintos Centros de la diócesis.
El curso en su totalidad ha sido muy rico en temas y en el contenido de los mismos.
Descubrimos la importancia de la meditación-oración y el silencio interior– (taller impartido por José Megías y Maria Isabel Martínez Blanco), para conocernos a nosotras mismas, para encontrarnos, perdonarnos, y desde ese encuentro personal con el Amor de DIOS-PADRE, comprometernos con el Amor, el servicio y la ayuda a los demás.
Ese encuentro con Dios en el silencio nos lleva a trabajar por un mundo más justo y más humano, mediante dinámicas de grupo, músicas….
Vimos como la meditación y el silencio practicado con regularidad nos ayuda a madurar, a crecer en los valores humanos y cristianos, a sentirnos más fuertes, más seguras para integrar nuestro pasado, perdonarnos y vivir el presente. Sentir que en nuestra debilidad experimentamos la humildad y al mismo tiempo encontramos la fuerza para amar, cuidar y respetar a los otros. Amar y respetar la naturaleza, y cuidarla como a nuestra Madre común. Como dice San Pablo: De la debilidad nace la fuerza.
En el tema de Europa Hoy que presentó Juan Francisco Cosa, hemos visto cómo los objetivos para los que se creó la Unión Europea, después de la primera y segunda guerra mundial que fueron: conseguir la paz, la solidaridad, la justicia, la igualdad, la dignidad y los derechos humanos, la unidad, la prosperidad, siendo todos éstos valores fundamentales y esenciales para la paz y el desarrollo de todos los pueblos, hoy, por desgracia no se están cumpliendo. A pesar de que la Unión Europea en sí misma es algo muy bueno.
Por eso el desencanto de los ciudadanos en general, y la pérdida de la confianza y la credibilidad en las clases políticas cada día va en aumento. Así como la desigualdad en el reparto de la economía y la riqueza, que está generando fortunas inmensas (en muy pocas manos), mientras las bolsas de pobreza aumentan cada día más como consecuencia de toda ésta injusticia.
Hoy estamos asistiendo a un drama humano tan enorme como no se había dado desde la segunda guerra mundial: El drama de los refugiados. Mas de 60 millones de seres humanos que están “sacudiendo las conciencias” de nuestras sociedades acomodadas, sin que la Unión Europea le ponga soluciones, ni resuelva el tema, mirando hacia otro lado. Han sido capaces de dar 6.000 millones de € para que otro país los acoja, mientras están sordos y mudos ante el grito de tantas y tantas familias, niños, jóvenes, ancianos, sufriendo éste terrible drama que han visto sus vidas truncadas huyendo de guerras que ellos no han creado.
1.200 kilómetros de vallas, muros, desprotegiendo a las personas de sus derechos fundamentales. Muros que alimentan grandes crímenes humanos y no les vemos, y nos despoja de nuestras propias responsabilidades, privándoles a ellos de su calidad de personas. Mientras los gobiernos gastan enormes sumas para proteger esas vallas y muros que alimentan el miedo de los ciudadanos para seguir adormecidos en nuestro bien-estar e insolidaridad.
“El grito de los refugiados” libro presentado y escrito por Fernando Bermúdez López, nos ha despertado nuestras conciencias dormidas leyendo los testimonios de los propios refugiados que recoge en el libro, y que Fernando ha vivido con ellos. Sesenta millones de personas desplazadas forzosamente en todo el mundo, según Amnistia Internacional, siendo Siria uno de los países más afectados.
Y las guerras siguen, mientras países de la Unión Europea y Estados Unidos, continúan proporcionándoles armas.
Y lo que más nos duele es que España es uno de ellos. Saber que el año 2016, España ha subido su economía debido a la venta de armas… Y eso mucha gente no lo sabe, y lo peor es que no lo saben, y no les interesa saberlo.
Duele éste mundo.
Duele la injusticia.
Duelen las guerras.
Duele el sufrimiento de la gente.
Duele la falta de sensibilidad y de solidaridad para abrir fronteras y acoger a los que reclaman ayuda y quieren vivir en paz y dignidad.
También en el curso hemos trabajado El arte como catarsis en la vida donde Mercedes Álvarez y María Dolores Camacho nos han ayudado a ver y contemplar la belleza en todo cuanto nos rodea si caminamos con los ojos abiertos a lo positivo, y desarrollamos nuestra capacidad creativa y nuestra sensibilidad.
Y el libro del que nos habló D. Juan Carlos García Domene: “La suerte de haber nacido en nuestro tiempo”. Libro escrito en el año 1945 por Fabrice Hadjadj, que nos muestra una sociedad no muy distinta a la que vivimos en nuestros días. Y nos abrió el corazón para sentirnos “Uno entre los otros y uno para todos los otros”
Eso que hoy estamos intentando entender que todos somos UNO, formamos una Unidad con Dios Padre, no es nuevo. Esa llamada personal del Dios “YO SOY” de Ex.3,13-14 de nosotros para vosotros sigue siendo de una gran actualidad y necesidad.
En resumen, el curso creo que nos ha servido para concienciarnos más y mejor de la época que nos ha tocado vivir y seguir colaborando en los Centros a construir en la medida de nuestras posibilidades, una sociedad y un mundo un poquito mejor.
¡¡¡Ojalá Dios nos ayude a que así sea!!!. Y, ¡¡¡Que el Espíritu nos ilumine!!!.
Maria Orenes.
Escrito
en diciembre 19, 2018